Las manchas en la piel suelen aparecer a la menor provocación. Es decir, en cuanto intuyas el más mínimo rayo de sol, aún con protección 60. Eso sí: si no usaras un solar como éste, el problema sería aún peor, así que no pienses que lo que hace no sirve para nada.
Si tenés una tez clara y pecosa. El mejor consejo posible es que te olvides del sol. Pero es que sus rayos son especialmente crueles con quienes más los sufren, como es este caso. Para evitar que las pecas se transformen en más manchas en la piel, será mejor pasarse al autobronceador y reducir al mínimo imprescindible los baños de sol.
Para atenuar las manchas, deberás esperar a que pase el verano y, llegado el otoño, usar una crema despigmentante o blanqueadora en la zona, sin olvidar nunca que deberás de convertir el uso de protección solar en una costumbre diaria, incluso en días nublados.
Siguiendo estos simples consejos limitarás los daños y conseguirá difuminar la mancha que, aún así, puede reaparecer de nuevo en cuanto vuelvas a tomar el sol.