Desodorantes naturales, evitar el mal olor de axilas no tiene por que ser caro

Desodorantes naturalesMuchas mujeres se quejan del mal olor en las axilas, pero no hacen nada al respecto. Si bien un desodorante ayuda a evitar la propagación del mal olor, no todo organismo es igual. Y las glándulas sudoríparas tienen mucho que ver con este problema que puede llegar a afectar a cualquier persona.

Desodorantes naturales.

En los centros comerciales puedes encontrar gran variedad de productos desodorantes en barras, ge, cremas, espráis, y más. Pero muchas personas en la actualidad están entrando al tema de una vida más sana y con menos exposición a los químicos, o cualquier producto que los represente.

Sudor y mal olor: el sudor es una acción del organismo, existen antitranspirantes cuya función es tratar de evitar a intensificación de la sudoración. Pero ya que la misma es una función natural del cuerpo, existen los desodorantes cuya actividad es cubrir los olores que se captan de las axilas, pero ¿por qué causan ese olor? Pues el sudor al ser segregado por el organismo elimina toxinas, pero al encontrarse en la piel esta está rodeada de bacterias que descomponen el sudor y causan de esta forma el mal olor. Por ello una buena higiene personal es de vital importancia.

Debemos recordar que los desodorantes no van a evitar la sudoración solo impedirán el mal olor. Incluso hay desodorantes naturales que pueden darte protección continua durante ocho o nueve horas.

Limón: no de los alimentos más utilizados como desodorante natural, es el limón. Por su cantidad de vitamina C, este cítrico ayuda a combatir el mal olor y además la sudoración excesiva.

Es realmente muy fácil de utilizar, solo pica en rodajas un limón y aplica una de ellas sobre la zona de las axilas. Si prefieres también puedes, con el jugo de un limón, sobreponerlo en el área con un algodón.

Bicarbonato de sodio: el bicarbonato de sodio representa un gran eliminador de malos olores, incluso corporal. Lo puedes encontrar en dos presentaciones, liquido o en polvo. Ambas formas puedes usarlas.

Para la primera, a una cucharada de bicarbonato de sodio añádele fécula de maíz, mézclalo bien y elimina el excedente con una servilleta.

Y la segunda, en un cuarto de agua natural diluye una cucharada de bicarbonato de sodio bátelo bien y aplícalo en las axilas. Recuerda que este producto puede llegar a manchar la ropa, así que no lo uses en exceso.