¿Qué padre y madre no desea dar una buena educación a sus hijos? Sin embargo, en la práctica esto no siempre es fácil. Muchos padres no están seguros acerca de cómo enseñar buenos valores a los niños, como incentivarlos a descubrir sus capacidades, cómo guiarlo cuando cometen un error, etc.
En este sentido, muchas familias tratan de aprender acerca de las formas no tradicionales de crianza y educación de los hijos. Y entre ellos se encuentra la disciplina positiva, cuyo objetivo es alentar a los niños y adolescentes a ser responsables y respetuosos.
Para convertirse en adultos exitosos y que pueden contribuir al bien de la comunidad, los niños necesitan desarrollar habilidades para la vida. La disciplina positiva se basa en el concepto de que la disciplina debe ser enseñada y aprendida con la disciplina.
De hecho, la disciplina positiva no es un método, donde existe un conjunto de reglas a seguir para criar un niño siguiendo un determinado patrón. La disciplina positiva es más una invitación a la relación que los padres tienen con sus hijos de una manera diferente. Es decir, una relación de respeto y aprendizaje mutuo en el que usted desarrolla conceptos extremadamente importantes como la empatía y la compasión hacia su hijo.
Criterios de la disciplina positiva
Hay cinco criterios de disciplina positiva:
- Ayude a su hijo a sentir conexión: sentir que pertenece a la familia / escuela y sentirse importante.
- Fomentar el respeto mutuo: la firmeza y gentileza al mismo tiempo.
- Trabajar en el largo plazo: considerar lo que el niño está pensando, sintiendo, aprendiendo y decidiendo sobre sí misma y sobre su entorno social. Respetando también que es lo que piensa hacer en el futuro para sobrevivir y tener éxito.
- Enseñar habilidades sociales y habilidades para la vida: el respeto, el cuidado de los demás, la resolución de problemas y la cooperación.
- Incentivar al niño a descubrir sus habilidades: fomentar el uso constructivo del poder personal y autonomía.
Herramientas de la disciplina positiva
A menudo, surge la pregunta: ¿por dónde empezar a utilizar la disciplina positiva? Pensando en ello, le presentamos algunas herramientas:
- Conquistar a los niños en lugar de usar su poder para imponerlas.
- Pare de “ordenar” y empiece a “preguntar” de una manera que invite a los niños a participar en la resolución de problemas.
- Recuerde que el sentimiento detrás de lo que hace o dice es más importante que lo que haga o diga.
- Involucrar a los niños en la discusión de las tareas que hay que hacer y un plan para llevarlos a cabo.
- Evitar la sobreprotección para que los niños pueden desarrollar una creencia en sus propias capacidades.
- Enseñar y practicar la creencia de que los errores son oportunidades maravillosas para aprender.
- Asegúrese de que el mensaje de amor sea claro.
¿Para quién se recomienda la disciplina positiva?
La disciplina positiva se recomienda a todas las familias sin limitaciones. A través de este nuevo punto de vista, llena de empatía y compasión, los padres se dan cuenta de que los niños tienen necesidades, al igual que todos nosotros, ya sea físico o emocional. Así, por ejemplo, si un niño muestra un comportamiento agresivo, es porque esta es la manera que encontró para reportar una necesidad insatisfecha. Una vez que esta necesidad es atendida, el niño vuelve a sentirse amado y seguro.
Ahora que sabes un poco más sobre la disciplina positiva te invito a ponerla en práctica dentro de tu hogar y mejorar la calidad de relación entre padre e hijo.