Muchas personas celebran el Día de San Valentín yendo a comer un restaurante. Sin embargo, hay una alternativa: preparar una cena romántica en casa.
En primer lugar, pide a tu pareja que te ayude a preparar la comida (es una gran manera de pasar más tiempo juntos). No planees una elaborada comida si tu pareja no es un gran cocinero. Por otra parte, si cocinas una comida elaborada, trabajar juntos asegurará que la comida sea magnífica.
Cuando planees cocinar la cena del Día de San Valentín, asegúrate de comprar los ingredientes con antelación, a fin de evitar que en el último minuto no puedas encontrar los ingredientes que te falten. Esto también evitará un estrés innecesario.
Otra cosa a tener en cuenta al preparar la comida del Día de San Valentín es que tu pareja disfrutará de la comida que has seleccionado. Asegúrate de que no tiene alergias o restricciones dietéticas o, simplemente, de que no es vegetariana (puede que hubieras pensado cocinar carne asada).
Si el Día de San Valentín cae en día laborable, pon la mesa tan pronto como regreses del trabajo. Ideas de decoración: un floreciente centro de mesa rodeado por dos velas. Pon la botella de vino en un cubo de hielo. Enciende las velas cuando la comida está casi lista, de esta manera no estarán totalmente consumidas cuando estéis sentados a la mesa.
Dar tu regalo al final de la cena prolongará el ambiente festivo de la noche.