Remedios caseros para el cabello: si tienes el cabello muy grasoso entonces lávatelo con champú y al agua con la que te vayas a sacar este producto, añádele el jugo de un limón.
Si tu cabello más bien es seco u opaco, entonces debes tomar un puñado de ortigas y colocarlo a hervir, en lo que veas que el agua se está tornando verde, apágalo y deja que se enfríe. Lávate el pelo con champú y aplícale el agua al finalizar.
Remedios caseros para las uñas: machaca un par de dientes de ajo, añádelos en un esmalte para uñas y agítalo. Pasado unas veinticuatro horas ya estará listo para que lo uses, tus uñas estarán mucho más sanas con este remedio.
Remedios caseros para la piel apagada: si tu piel se ve opaca o apagada, seguramente le falte oxígeno. Te hace falta realizarte una buena limpieza e hidratación, también puedes hacer un día de ayuno comiendo solo frutas depurativas.
Remedios caseros par las puntas abiertas: mezcla una yema de huevo con una cucharada de melaza hasta conseguir una espesa pasta. Después, añade de aceite tres cucharadas de almendra dulce, u otro aceite de tu preferencia, mueve bien y aplica esta mezcla como una mascarilla en el cabello, específicamente en las puntas abiertas, lávate el pelo con champú, colócate una toalla en la cabeza por unos veinte minutos, y para finalizar, enjuágate con abundante agua.
Remedios caseros para los ojos agotados: coloca a hervir algunas hojas de lechuga, escúrrelas, déjalas enfriar y póntelas. Unos quince minutos en un ambiente tranquilo serán suficientes, Remedios para eliminar las líneas del cuello: aplica una capa de nata monta, encima de la zona, luego déjala actuar por unos diez minutos, quítala con agua y usa una suave toallita. Repite esto una vez por semana
Remedios caseros para el agotamiento: en la bañera coloca agua, manzanilla, enebro, aceite de lavanda y menta, Tomar un baño con estas esencias, por unos treinta minutos al menos, ayuda a tu cuerpo para eliminar todo el cansancio y agotamiento que pudo adquirir durante el día.
Remedios caseros para limpiar el rostro: mezcla una clara de huevo bien y colócala sobre tu cutis. Si quieres hacer más refrescante la mascarilla, añádele un chorrito de limón. Luego de pocos minutos lava con agua fría.