Un rostro con apariencia saludable es nuestra mejor carta de presentación, sólo un cuidado adecuado garantiza el mantenimiento de su belleza y vitalidad pese a paso del tiempo.
El cuidado del rostro es de máxima importancia si tomamos en cuenta que es nuestra carta de presentación y lo primero que destaca en cualquier persona, sin lugar a dudas una piel sana es sinónimo de juventud, vitalidad y salud pero para mantenerse en óptimas condiciones debe recibir un cuidado adecuado desde temprana edad, muchos son los factores que influyen en la salud de la piel la alimentación, el entorno y los cambios hormonales son algunos de ellos, pero por encima de todos se encuentra la edad.
En cada una de las etapas de nuestra vida la epidermis tiene necesidades especiales que demandan cuidados diferentes, el sol envejece y mancha la piel por lo que hay que usar bloqueador solar para hacer frente los efectos dañinos de la exposición al sol además puede retardar la aparición de las primeras arrugas por eso es recomendable aplicar un bloqueador solar especial para el rostro.
La clave para tener un rostro radiante
Para tener una piel exquisita debemos seguir una rutina diaria de cuidado, que consta de cuatro pasos básicos: limpieza, hidratación, humectación y protección, aunque son muchas las teorías sobre las causas del envejecimiento de la piel la única certeza es que los cambios que se generan con la edad se reflejan en forma de arrugas, resequedad, flacidez y manchas en la piel. Para decidir Cuáles productos debemos utilizar tenemos que tomar en cuenta factores como nuestra edad, tipo de piel, existencia de manchas, entre otras cosas, siempre se recomienda ante la duda acudir a un dermatólogo.
A los 20 años
En esta etapa de nuestras vida el objetivo es mantener el balance natural de la piel, al ser joven los principales problemas suelen ser espinillas, granitos y puntos negros, por ello los cuidados deben centrarse en la limpieza e hidratación.
-
Los productos más recomendados son limpiador, tónico para cerrar los poros y una loción hidratante, además es recomendable usar un gel exfoliante una vez a la semana.
-
Para limpiar el rostro es ideal un gel limpiador o loción limpiadora, por su parte la hidratación facilita la producción de aceites naturales en la piel para que luzca fresca y luminosa.
Existen productos para cada tipo de piel, en todo caso la elección depende de tu tipo y textura de la piel, de las condiciones ambientales y del gusto personal. Las pieles normales requieren una hidratación ligera y libre grasa, las pieles secas tienen que ser tratadas con hidratantes nutritivos y protectores para subsanar la pérdida de agua y la carencia de grasas, en las pieles mixtas debe aplicarse una hidratación adecuada para pieles grasas en la Zona T (barbilla y nariz) y otra usada en pieles secas aplicándola en el restante de la cara y el cuello, por último en las pieles grasas se deben utilizar productos hidratantes bajos en grasas y aceites.
A los 30 años
A esta edad se busca proteger la piel ya que a partir de los 30 años se comienza a notar en la piel los primeros signos de envejecimiento por lo que lo ideal es protegerla, la piel se reseca, se vuelve más fina y comienza a perder firmeza; el cutis empieza a perder su color rosado, la primera zona afectada es el contorno de los ojos por lo que los cuidados deben centrarse en esta zona.
-
El ejercicio regular es excelente para oxigenar la piel y crea endorfinas naturales.
-
Un limpiador y tónico adecuado a tu tipo de piel.
-
Usa una crema del contorno de ojos tanto para la noche como para el día.
-
Emplea una crema antiarrugas por las mañanas y una reafirmante más densa por las noches.
-
Extiende tu tratamiento nutritivo y regenerador al cuello y escote.
-
Elige cremas desmaquillantes acordes a tu tipo de piel.
-
Exfolia tu rostro solamente una vez a la semana o cada 15 días como mínimo.
-
Utiliza cada tres o cuatro días una mascarilla hidratante.
-
Recuerda que tu alimentación debe ser rica en antioxidantes, vitaminas y minerales.