La liposucción común, consiste en retirar la grasa sobrante del cuerpo por medio de cirugía. En la lipoescultura, el proceso es similar, pero con un objetivo diferente. Si bien queremos retirara la grasa acumulada de ciertas partes de nuestro cuerpo, en este caso intentaremos acomodar esa misma grasa en otras partes que deseamos moldear y arreglar, como los glúteos o las piernas.
La diferencia principal entre liposucción y lipoescultura está en que en la segunda se remueven cantidades de grasa más pequeñas, ya que va enfocada más a moldear ciertas áreas del cuerpo que a reducir excesos considerables de grasa.
Para saber si eres candidata a este procedimiento, debes presentarte con un médico especialista, quien te evaluará y decidirá si puedes someterte a este tratamiento.
En la consulta, un buen médico analizará los motivos por los que quieres someterte a la lipoescultura, te preguntará qué partes de tu cuerpo te disgustan y qué te gustaría mejorar, todo esto frente a un espejo. También es común que te tomen fotografías, las cuales sirven al médico para revisar si tus expectativas son realistas y posibles. Te recomiendo que vayas a tu consulta preparada con tu historial médico, pues también es importante conocerlo y discutirlo para poder darte un diagnóstico definitivo.
Si ya decidiste pasar por el proceso de una lipoescultura, toma todas las precauciones necesarias, como dejar de tomar y fumar, para que tu cuerpo esté en condiciones óptimas para lo que viene ahora con la recuperación, la cual consiste en esperar a que baje la inflamación y los hematomas, que tardará aproximadamente de 7 a 10 días. A la semana justamente serán removidas las suturas.
Debes guardar reposo dentro de lo posible, evitar grandes esfuerzos, como levantar objetos pesados, pudiendo regresar a tus actividades normales 10 días después de la cirugía aproximadamente.
