Te contamos estos cinco trucos para que el maquillaje, pase a ser tu aliado y te dé un look siempre fresco y juvenil.
1.PIEL INCREÍBLE.
Nada envejece más que el maquillaje depositado en las líneas de expresión. Así que, antes de aplicarte base, asegurate de humectar tu cara . Si tu piel es oleosa, aplicá polvo en la T imaginaria de tu cara: en tu frente, en tu pera y nariz.
2.RUBOR.
No uses rubor en polvo. Para un look radiante y humectado, usá rubor en crema. Los tonos cálidos con un toque de rosa funciona súper para la mayoría de las pieles. Un tip: aplicá un puntito de iluminador en el centro de la zona con rubor y esfumá con golpecitos.
3.OJOS DE NENA.
Las ojeras se vuelven un tema aparte cuando pasa el tiempo. Quizás tengas que cambiar el tono de tu corrector y elegir uno más claro. Elegí los productos menos secos y livianos y usá un pincel para aplicarlo. Además usá una buena sombra-base para evitar que la sombra que dé el color se queden en las líneas de expresión. No olvides usar un arqueador de pestañas y un rimel volumizante. ¿Más brillo en la mirada? Aplicá un delineador blanco en la línea interna inferior del ojo.
4.CEJAS IMPECABLES.
Las cejas tienden a afinarse con los años, especialmente en los extremos. Para unas cejas perfectas, primero peinalas y rellená los espacios en blanco con un lápiz de un color similar al de tus cejas. Aplicá iluminador en los arcos, por debajo y, para un acabado genial y más duración, colocá un poquito de gel con movimientos ascendentes sin despeinarlas.
5.LABIOS BURBUJA.
Para que los labios finitos queden más gruesos, primero aprovechá cuando te lavás los dientes para exfoliártelos con el cepillo. La menta va a darles volumen. También podes usar azúcar. En cuanto al labial, lanzate a los tonos medios y no muy oscuros, porque esos endurecen los rasgos.