Vientre de alquiler, una polémica forma de ser padres

La maternidad subrogada o como vulgarmente tendemos a llamarlo, “vientre de alquiler” desde el minuto uno que se menciona está sujeto a polémica. Hace algunos años era impensable que una mujer pudiera gestar a una criatura que tiempo después, se iba a entregar a otra mujer o pareja. Sin embargo con el tiempo, según en qué países está terminando por normalizarse.

vientre de alquiler
Un vientre de alquiler es una alternativa que sin duda da soluciones a personas que, por cosas del destino, no pueden tener hijos propios. En ocasiones, nos encontramos con individuos o colectivos que defienden la práctica de la maternidad subrogada pero en cambio, cuestionan bastante cual es la familia a la que irá el bebé.

Por lo general, echan mano de los vientres de alquiler parejas que no tienen posibilidad de formar una familia como es el caso de una mujer estéril que no puede tener hijos por méritos propios o como puede ser el caso de una pareja gay en la que ambos, siendo hombres, necesitan recurrir a la maternidad subrogada para formar una familia.

Si tuviéramos que hablar de las ventajas de un vientre de alquiler precisamente, serían éstas las que tendríamos que citar por supuesto además, de que esta idea no solo supone un beneficio para la persona que va a criar al retoño sino que además, quien se embaraza, también recibirá una compensación normalmente, monetaria.

No obstante, también debemos atender a los contras que supone que un hijo sea concebido por el vientre de alquiler. En primer lugar supone un gasto económico que hay que poder afrontar y que ciertamente, no está al alcance de todos y que además en un futuro, nuestro hijo podría preguntar por quien fue la madre que lo gestó y, en según qué casos, esto podría terminar en un problema.