Toda mujer alguna vez en su vida ha escuchado el popular: “para ser bellas hay que sufrir”, es mentira. No es necesario hacer tratamientos intensivos y dolorosos, ni muchos menos caros, para mantener una buena imagen. Solo hay que recordar lo primordial, conservar una belleza natural es fundamental.
Protector solar: tu piel es un órgano, requiere de cuidados ante los rayos del sol. Antes de salir de casa, utiliza protector solar en tu cara, brazos, espalda, cuello, y cualquier zona que esté expuesta. Hacer esto todos los días evitará que tu piel se torne áspera, con líneas de expresión y arrugas antes de tiempo.
Cremas hidratantes: muchas mujeres no creen en las cremas hidratantes, hay que recordar que es un producto de uso prolongado para sostener los efectos. No es necesario gastar excesivamente en cremas costosas, las mascarillas caseras son muy nutritivas. No es simplemente usar un hidratante cualquiera, todo depende de qué tipo de piel tengas para saber cómo tratarla. Si es ligeramente seca usa una crema básica, suave, si posees una totalmente seca entonces debes buscar una crema que te dé hidratación continua, pero si se trata de una piel grasosa utiliza una crema ligera, es imprescindible saber que la grasa no es humedad.
Limpiador: tu rosto necesita mucho más que agua y jabón. Dispón de un limpiador que se ajuste a tus necesidades, y úsalo una vez al día, máximo dos, si haces la limpieza facial más de dos veces podrías maltratar tu cara, pues corres el riesgo de romper la capa protectora que posees por naturaleza, y no es lo recomendado.
Herramientas: aunque poseas los productos adecuados, bases, correctores, sombras, delineadores, labiales; si no tienes las herramientas necesarias para una aplicación correcta no tendrás el maquillaje a tu favor. Es primordial el poseer brochas para cada zona, esponjas, pinceles, y más, el uso adecuado es lo que te llevará de un mal maquillaje a uno perfecto y sin imperfecciones.
