Para muchas personas sus mascotas, ya sean perros, gatos, conejos o similares son una bendición del cielo, ya que cuando llegas a casa de un día largo de trabajo o estás cansado de la jornada o porque has tenido un mal día en general, te gusta que haya alguien que de forma desinteresada se acerque a ti y te de todo el cariño que conoce y aquí, los animales de compañía son un buen ejemplo para ello.
Sin embargo, cuando formamos una familia y sobre todo, en el caso de las mujeres embarazadas o de las parejas que están deseando de tener un hijo la situación comienza a cambiar por completo, ya que estamos hablando de personas a las que lógicamente se les da una prioridad.
Cuando el bebé nace y también sus pocos meses de vida el espacio compartido entre animales y el mismo niño puede llegar a ser todo un problema. Con esto, no estamos diciendo de entrada que no podamos tener mascotas o nos resulte imposible la convivencia con otro animal simplemente, que debemos saber cual es el territorio de una mascota y cual el de su perro o su gato.
Además, es conveniente que la casa esté impecable y no haya pelos de perros o excrementos que puedan llegar sin quererlo a la boca o las manos del niño y de aquí, coja una buena colección de enfermedades.
Es bueno para este tipo de situaciones que tenga productos desinfectantes con los que consiga llevar la mayor limpieza a su suelo y a los distintos muebles de la casa porque todo ha podido estar en contacto con el animal.
De forma más directa, se podría decir que cuando nos estemos planteando tener un hijo y éste nazca y sobre todo, tenga los primeros tiempos de vida es casi mejor que no tengamos ninguna mascota para evitar problemas pero si usted decide que quiere estar con los dos debe conocer estos detalles para que luego su hijo con coja enfermedades innecesarias.